viernes, 26 de diciembre de 2014
jueves, 4 de diciembre de 2014
martes, 9 de septiembre de 2014
Las pisadas en la yerba de Virginia Woolf
Virginia Woolf |
To Mirentxu with love
Ayer comí una manzana en casa de Virginia Woolf, una manzana medio dulce y medio ácida robada en su jardín, luego recorrí sus huellas, su casa, sus cuadros, su escritorio, los gobelinos, las mariposas detrás del cristal, libros amontonados en las esquinas del salón, junto a la chimenea y fui a la cabaña en el jardín donde escribió Las Olas,
La muerte es el enemigo. Es la muerte contra la que cabalgo, lanza en ristre y melena al viento, como un hombre joven, como Percival cuando galopaba en la India. Pico espuelas. ¡ Contra ti me lanzaré, entero e invicto, oh Muerte!
Las olas rompían en la orilla¨
¨Death is the enemy. It is death against whom I ride with my spear couched and my hair flying back like a young man's, like Percival's, when he galloped in India. I strike spurs into my horse. Against you I will fling myself, unvanquished and unyielding, O Death!
The waves broke on the shore
Había flores, hortalizas, cebolletas, remolachas, tomatitos, árboles antiguos y dos hamacas a la vieja usanza para Leonard y para ella, siempre dos. Dos hasta el final.
Leonard, la razón pura. Virginia una sensibilidad dolorosa buscando incansable en ella misma el sentido de la vida. Sus personajes al borde del vacío depositando de lado lo insignificante, desnudando banalidades y subterfugios, yendo a lo profundo de la duda quizá persiguiendo la luz del faro de Godrevy en los acantilados de St. Yves en Cornwall, a lo mejor precipitándose al abismo que tanto amaba que tan fatalmente la atraía.
from Virginia to Leonard Woolf |
Querido: Siento con absoluta seguridad que voy a enloquecer de nuevo. Creo que no podemos pasar otra vez por una de esas épocas terribles. Yo sé que esta vez no podré recuperarme. Estoy comenzando a oír voces, y me es imposible concentrarme. Así que hago lo mejor que puedo hacer. Tú me has dado la máxima felicidad posible. Has sido en todos los sentidos todo lo que uno puede ser. No creo que haya habido dos personas más felices que nosotros, hasta que ha venido esta terrible enfermedad. No puedo luchar más. Sé que estoy arruinando tu vida, que sin mí tú podrás trabajar. Sé que lo harás, lo sé. Ya ves que no puedo ni siquiera escribir esto adecuadamente. No puedo leer. Lo que quiero decir es que te debo a ti toda la felicidad que he tenido en mi vida. Has sido totalmente paciente conmigo e increíblemente bueno. Quiero decirlo — todo el mundo lo sabe. Si alguien hubiera podido salvarme ese alguien hubieras sido tú. Ya no queda en mí nada que no sea la certidumbre de tu bondad. No puedo seguir arruinando tu vida durante más tiempo. No creo que dos personas puedan ser más felices de lo que lo hemos sido tú y yo.
Ayer como entonces era una día luminoso. Acaricié el árbol que guardaba entre sus raíces hasta que una tormenta lo derribó, las cenizas de Virginia. Woolf.
Ahora están debajo de su busto en el jardín a la sombra de un olmo.
Ahora están debajo de su busto en el jardín a la sombra de un olmo.
Supe que escribía con plumas de punta de acero, que era sibarita a la hora de elegir el papel, como yo; o yo como ella.
Esculturas bellísimas habitan el jardín de Monk´s House en Rodmell, casi todas creadas por Duncan Grant o Quentin Bell.
A veces se oyen pisadas en la hierba, voces inconformistas entre los manzanos, risas; de repente aparecen sombras luminosas de los Cambridge Bloomsbury.
En Monk´s House hay mucho más de lo que se ve. Hay lo que penetra sin querer. Lo que sé que no desaparecerá de mi sentir nunca.
La miraba, los miraba con la certeza de que sus carcazas esculpidas murmuraban palabras al viento, códices, íntimos secretos.
Así pensaba ayer allí mismo, en un tiempo melódico superpuesto, mientras Miren y Nelson detrás de Leonard, trataban con ahínco y gesto desaprobatorio que no robara las manzanas de Virginia Woolf.
Hubiera sido locura ignorar la ofrenda de mi anfitriona.
Hay trenes que no se pueden dejar escapar.
Hubiera sido locura ignorar la ofrenda de mi anfitriona.
Hay trenes que no se pueden dejar escapar.
Sólo fue una y la mordí con fe ciega, segura de estar celebrando con ella su resurrección.
No quise ir al rio Ouse, ni verla desaparecer en el agua.
Prefiero recordar su carta de amor a Leonard que las olas mecerán eternamente.
“Against you I will fying myself, unvanquished and unyielding, O Death!”
“¡Contra ti me arrojaré, invencible y firme, Oh Muerte!”
(Virginia Woolf )
(Virginia Woolf )
Fragmentos de Las Olas ( The Waves )
Carta a Leonard
viernes, 25 de abril de 2014
The Witches Poisons
Lander and The Three Witches of Macbeth |
The Witches Poisons , a poem by Lander Aparicio Prieto
A bowl of pig eyes
And goo of rot and flies
The mutilated meat of a ripped apart shark
The guts of a rat that lingered in the dark
The heart of a half eaten deer
And a sip from McBeth's beer
The albatross's feather
In the witches weather
A chicken heart tart
And the mountain goat's fart
As sinister as a blood dripping wall
And as gory as Banquos fall
-------------------------------------------
Lander´s photographie by Idoia Prieto-Zabala. Collage by BZ
viernes, 11 de abril de 2014
La Voz en Off
H. Fuselli, Cupido and Psyche |
El llanto sin consuelo viene del otro
lado del mar como si lo trajera una ola oscura que nunca acaba de romper
y que va arrasando todo a su paso.
Llueve
por primera vez desde hace tiempo.
El
agua trae y lleva traiciones, zarandea imágenes.
Las
imágenes titubean en la retina del receptor.
Las
palabras salvajes quedan suspendidas en el vacío, dagas
que rasgan espacio y tiempo.
Sube
la marea y ella hunde los pies en la arena de la playa.
El
agua salpica su falda vaporosa.
Risas
de niños acarician el silencio de su silencio,
dulce
música.
La
voz en off es brutal, invade todo, ahoga, acuchilla. Espanta.
Los
niños continúan jugando alrededor y en el aire flota
el
perfume de las algas.
Unos
ojos inmensos color miel miran perdidos la luz del atardecer.
dime madre mía
cuánto tiempo tarda
en llegar el olvido
meses,
años,
¿nunca a lo mejor?
que alguien me lo diga
alguien
miércoles, 26 de febrero de 2014
jueves, 23 de enero de 2014
Estragón desde el fin del mundo
Querida
-Sin olvidar que el silencio y la
síntesis también es comunicación...
-Subrayando que prevalecen algunos
aspectos del pasado presentificado...
-Ignorando aquellas sombras que no
ayudan gestar nuevas arquitecturas...
-Acogiendo las sombras que ocupan
el lado be de cada persona...
-Revolviendo las palabras para
reencontrarse con las más creativas...
-Intentando hacer florecer una
flor en el poema, no sólo cantarle... (VH)
-Caminando sin rumbo fijo algunos
minutos-segundos durante el día...
-Olfateando las últimas brisas de
la oscuridad por si amanece un tornado...
-Perpetuando la bendita-maldita
manía de contemplar, sólo contemplar...
-Respetando los límites de la
realidad...
-Mirando de reojo los abismos...
-Fabricando gotas de rocío y
lágrimas...
-Archivando pendones de
arrogancia...
-Gesticulando discursos
aprendidos...
-Buceando en la vida cotidiana...
-Rearmando sentimientos y
cariños..
-Esperando un golpe de timón...
-Volviendo a partir del puerto
propio...
-Frenando las miradas con
cuentagotas...
-Palpando el frenesí y la locura
(a veces)...
-Azotando la nariz en olores
sabios...
-Navegando entre ventanas y
puertas...
-Empinando la mirada para ver el
más allá...
-Subiendo montañas de ilusiones...
-Incentivando las mareas
incontenibles...
-Escribiendo las palabras
precisas...
-Gastando la memoria en cosas
vivas...¨
Miro veo y me veo...
raudovelozilusionariosorpresivointencionado
placaatodavelocidadatrasadoúltimahora
encuentroreencuentrocancionesconversaciones
pacíficosilenciosoprofundoseriotuspalabras
Y te veo clara
Un abrazo
Estragón
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