sábado, 31 de diciembre de 2016

Puntos suspensivos

Anselme Feuerbch, Iphigenie





2016  se va como siempre se van los años, sin miramientos, sin un tierno abrazo de despedida, se va 

lleno de puntos suspensivos, se va ganando la batalla en combate desigual, estocada del tiempo 

despiadado, se va pisoteando vidas,  se va sembrando muerte arrebatando  horas al amor,  oigo su 

vaivén imparable y me escondo, no soy más que palabras que buscan en otras  palabras, las palabras 

para decirlo .


jueves, 17 de noviembre de 2016

Escaner


Otto Dix,  War



Heme aquí, cántaro de horas. 
Llego otra vez al final del día deseando vaciarme como siempre  desde que tengo uso de conciencia, Volver hacia dentro, lejos,  hacia dentro  en la profundidad inesperada  y allí perderme en la  pródiga dimensión del silencio.   
El tiempo viaja conmigo, acopio de huellas desordenadas, y yo con él  por  senderos escondidos fragmentados, tropezando. zarandeados por el azar,  Luego de renglón en renglón, al compás de las teclas, la vida.

Contemplo yendo a casa  las gotas de agua que resbalan con suave cadencia por el cristal. 
Oscilo  entre lo efímero y lo eterno ; el vértigo me envuelve. El vértigo. 
Tendría  que disolverse en sí mismo,  para seguir  respirando o me ahogará en él vacío que provoca. 
No son más que elucubraciones bajo el  escáner tubular que recorre  la mente observando diseccionando,  concluyendo; como quien hace  una autopsia anímica. Me sobresalta.

Sobresaltos. 
Qué bobada, sobresaltos.
Una se toma todo tan a pecho.

domingo, 13 de noviembre de 2016

A Coralie

Mi amiga Coralie









Ha muerto en Ottawa Coralie, hoy a las 9 de la mañana.

Coralie Duchesne Winter, mi  amiga  querida hace tantos años con quien compartí ratos alegres y otros atribulados.  

Era leal, culta, muy inteligente. Y honorable. 


Coralie aquí estoy, contigo,  desde el alma, una vez más como solíamos hacerlo a la distancia.

Escribiéndote para que todo mi cariño te acompañe .

De todas maneras nunca darán cuenta las palabras del pesar profundo que deja en mí  tu ausencia.

Trataré  de imitar tu inteligencia, tu bondad , tu elegancia para vivir y  ese estoicismo lleno de humor frente a la enfermedad y la muerte.

Tantas cosas te diría  queridísima  amiga, tantos abrazos y tantos besos te daría,   que es mejor callar y volver al silencio que me acerca a ti.

Maybe you are whispering at my ear: “  Bego,  less is more “ 

You were always very  Bristish  and funny  and stylish !

And I love you so much ! So much!

I miss you already.



Farewell Coralie



viernes, 11 de noviembre de 2016

Sin lamentos y sin lágrimas



Leonard Cohen. No sé  de quien es esta fotografía.






Recuerdo a Leonard Cohen sin lamentos y sin lágrimas. Al revés, con dulce nostalgia de aquella voz cóncava que emergía desde las profundidades del alma. 
Nos conocimos en casa de amigos íntimos comunes.
Otras veces he contado de aquel encuentro. Ahora las menudencias es lo que menos importa.

Un día hace unos meses  un amigo  a propósito de otro asunto dijo: " hoy no tengo cuerpo para eso". 
Me pasa lo mismo. 
Pienso en la suerte que tuve de haber compartido una época esplendorosa en Montreal cuando todo parecía posible, allá por los 70 con gente fuera de serie, mis amigos de toda una vida aquí. Pauline, Denise, Armand, Robert, Gaston, Pierre, Gérald, Ronfard, Leonard. Suzanne !
Luego se jorobó la historia política, artística, social.
O la jorobaron. O la jorobamos probablemente. 
Aquella tarde del encuentro entre amigos con Leonard rue de l´Esplanade, frente a Mont- Royal, me dijo: " So, Begoña,( perfectamente pronunciado) ), you can translate for me some of Benito Lertxundi´s songs ? " 
Hasta ese momento Begoña era un nombre muy común en Bilbao y muy cotizado en Montreal. Y reverberante en la voz de Leonard Cohen, que sigue reverberando en mí como música celestial.
Y sensual. 
Para él fui un encuentro casual, fugaz en el reloj del tiempo, un nombre poco común que sonaba a flor, y que pronunció lentamente. 
Para mí es un recuerdo feliz y es un sentimiento que me hace sonreír y olvidar la muerte. 
Salut Leonard !


martes, 18 de octubre de 2016

Las gafas de Kafka

PhotoBooth de B


GAFFITIS Y KAFKA
A mi hijo Iñigo Pz, que tuvo la paciencia de lidiar con los de UPS y las Aduanas en Madrid.
Merci infiniment Iñigo! 

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¡ Al fin estreno gafas !

estas no son unas gafas cualquiera.
Han hecho un largo y kafkiano viaje de Montreal a Madrid,Bilbao, Mundaka, Brighton por UPS. Todo porque a un aduanero en Madrid le parecieron sospechosas. No se sabe todavía de qué, pero sospechosas y las retuvo. . 

"Hay que averiguar si son graduadas o no", sentenció.

Le dije: “póngaselas y saldrá de la duda”.
Me contestó: “ es usted muy arrogante.”
Le respondí: “ es que no tiene sentido lo que dice.”
Pregunta: “ ¿ hablo con una señora, o señorita.”
“ Lo que prefiera, da igual.” 

Aduanero: “ Señora, envíeme su DNI, su pasaporte español, y los documentos canadienses que prueben doble nacionalidad. Los escanea y me los manda. Y si sigue protestando reenvío las gafas a su lugar de orígen y no hay más cera que la que arde. “

Dicho y hecho.
Así entre dimes y diretes pasaron los días.
Hoy, tres meses más tarde, no veo bien con las gafas nuevas. Quién sabe si el aduanero les echó un mal de ojo.
El optometrista, después de hacerme unas pruebas ha dicho textualmente : “ Madame, usted cree que no ve, pero es únicamente aprensión. Ve de maravilla, el ojo se acostumbra a todo. Dele tiempo.”
“ Non! pas vraie, pas vraie Kafka encore !” le he dicho, “ est-vous sérieux?”
“Absolument ! “ ha contestado Monsieur de Laurier, sonriendo. 
" Monsieur de Laurier, el lunes a la mañana estaré aquí , y si mis ojos, como dice usted, no se han acostumbrado para entonces a estas gafitas, me devuelve los $800"; y a otra cosa mariposa. 
Ahora me voy a Oka, Vir Jai, a saludar a los Mohawk de tu parte !
De paso a darme un baño de hojas y mil colores. 
À la prochaine !


lunes, 26 de septiembre de 2016

A la hora del Lobo

 
Gustave Moreau

Había pasado la vida evitando recuerdos desagradables. Era muy pequeña  cuando sucedió aquello, el episodio de las arañas. Duerme apresuradamente. No quiere soñar. Es un tema  del que prefiere no hablar. No todavía. Quizá nunca. Una noche, mejor dicho una madrugada,  a la hora fatal en que desaparece la razón abrió los ojos y tuvo la sensación de que no los había cerrado un  instante. Se arrebujó entre sábanas y mantas sobre el lado izquierdo como si estuviera sola en la cama. Hacía frío. Frío húmedo y penetrante. La tenue luz de una farola asimétrica dibujaba en las cortinas de brocado ocre la silueta de un caballero embozado mientras desde la oscuridad a oleadas y silenciosa trepaba la niebla. Las pesadillas habitaban sus sueños. Luego todo quedaba en suspenso lo mismo que una pantalla vacía que no termina de apagarse. Parecido a dejar poco a poco de respirar poco a poco de existir. Dejar de respirar. No pensar. Escindirse. No mirar. No querer ver. Guardar silencio. Poco a poco callar hasta enmudecer. Poco a poco desaparecer.  Había aprendido a escucharse a escuchar por dentro su propio silencio a la hora del lobo. Entonces ella se daba la vuelta y se acurrucaba junto al amado, abrazándose.  
¿Me regalas  el alma?  susurró a inexistente distancia.

martes, 20 de septiembre de 2016

Cántame una ranchera Jorge Negrete

Jack Vettriano




Los árboles de Queens Park han crecido mucho desde el año pasado, se han puesto más frondosos y de un verde distinto a todos los verdes. 

En Brighton empieza a entrar el Otoño. 

Anoche mientras me pintaba los ojos antes de dormir, tuve la sensación de que no estaba sola frente al espejo. La clara sensación. Canté incluso una ranchera  contra el miedo. Siempre me ha gustado Jorge Negrete. Aquel sombrero, aquel bigote. Aquella voz.  "… ven ilumina la árida senda por donde vaga loca ilusión …"

En condiciones anímicas poco airosas seguí con el ritual  acostumbrado de maquillaje y abluciones dentales,  encías, lengua, dientes una y otra vez, una y otra vez. No me había dado cuenta del frenesí de mis manos descontroladas hasta que vi una gota de sangre en el agua
Entonces volví a mirar al espejo, a mirarme primero de reojo,  luego detenidamente, no pudiendo reconocer el rostro que miraba,  que me miraba,  como si yo no fuese yo, ni la misma.  

Cantaré  entonces,  dije  para mis adentros " … como en la noche nace el rocío …"

Después me lavé la cara hasta borrar la última pincelada de rímel  y me acerqué aún más para contemplar los surcos del tiempo en primerísimo plano, inversión óptica de mi vida.  
Asomaban sombras y rostros y se extinguían al mismo tiempo como las nubes al entrar y salir de la luz, como las olas que se precipitan contra las peñas,  como el fuego que al arder convierte en ceniza su propia belleza.
… este espejo y yo somos un baúl sin fondo lleno de asombro y de silencios, pensé en voz baja una vez más,  mientras dibujaba con la barra de labios otros labios de color púrpura en forma de beso.




 " … y en las tinieblas de mi alma triste como una sombra llegaste tú …"



viernes, 19 de agosto de 2016

A Kai y Mirentxu Viernes 19 de Agosto de 2016

Kai y Mirentxu vistos por mi





 ¡ Duérmete, Duérmete, Duérmete vida mía !




viernes, 8 de julio de 2016

Con el rocío del alba

Auguste Rodin, La meditatión


Sin decir nada, a veces en medio de la noche, se levantaba sigilosamente. 
En camisón y  descalza  recorría entre los árboles el viejo camino tantas veces andado y  desandado .
Perseverante,  envuelta en sombras buscaba en el aire, en la tierra,  la huella del amado hasta caer rendida. Buscaba como si aún quedara en el tiempo sumergido la posibilidad  de revivir   aquel primer  beso clandestino la emoción de entonces en la profundidad de sus cuerpos; amor perdurable. 
Él llevaba capa negra  y sombrero de ala ancha. 
Ella el cabello medio suelto en la nuca,  el corazón palpitante en el pecho.
Amaneciendo regresaba a su dormitorio. A la luz de las velas escribía lo vivido.
No sabía poner punto final. 
Sería morir …
La página concluía  en tres  puntos suspensivos. Lo eterno y lo efímero la arrastraban. 
Ella se dejaba ir.  Cuando la muerte venía a buscarla con el rocío del alba y la encontraba escribiendo,  
guardaba la reluciente guadaña.  
Y se iba.   

lunes, 27 de junio de 2016

Algo pasó en el cementerio de San Carlos

Nelson Villagra y Jorge Valenzuela Torres,  collage de bz



Padre, quiero que me entierren en San Carlos” pidió José del Carmen al P. Eloy Parra horas antes de enfrentar el pelotón de fusilamiento.

El pequeño cementerio de San Carlos, Provincia de Ñuble, ( Chile ), estaba lleno hasta el tope de vivos y de muertos aquella tarde  de invierno. No se oía ni la respiración cuando Nelson Villagra desde un pódium improvisado leyó frente a la tumba de José del Carmen Valenzuela Torres, apodado El Chacal de Nahueltoro, la dedicatoria que llevaba escrita sobre una pequeña placa de cobre en su honor.  

Jorge del Carmen, el arrepentimiento y la verdad fueron tu redención.

Agradecido,  Nelson Villagra,

 el actor de El Chacal de Nahueltoro.”

Patricia y Leopoldo Pulgar, Alejandra y Patricio Manns, Nelson y yo estábamos sentados en  semicírculo de sillas  que habían  instalado entre tumbas y el césped.
A nuestro lado el  alcalde Don Salvador Rodriguez y demás autoridades.
En pie, justo detrás, cámara en mano, nuestros amigos Guille documentalista y  Javier Chávez actor, filmaban todo.
 TVN de Chile estuvo y grabó parte del evento que esa noche vimos en las noticias. 
Nelson después de una emocionante elegía desde el podium, volvió a  sentarse mi lado.
Fue entonces cuando pasó lo que sigue. 
El P. Eloy Parra habló  de su amistad con Jorge del Carmen.
Aquel  hombre tan dejado de la mano de Dios, de la justicia; tan abandonado, tan arrepentido, de todas maneras sentenciado al fusilamiento.
Mientras esto decía dos niñas pequeñitas, vestidas de  tul blanco vaporoso  hasta los pies, cruzaron en diagonal  desde  la tapia del cementerio corriendo, diríase que danzando hacia Nelson.
La mayor de las dos tendría  seis o siete años. Le acaricio brevemente la cara le miró despacio con gran ternura y le besó en la mejilla.
Luego la más pequeña, hizo lo mismo, sonrió y le beso en la frente.
Después desaparecieron por donde habían venido.
Tuve algo más que una corazonada de que Jorge del Carmen resucitaba en  Nelson en ese momento. Que por unos instantes el autor y su actor eran la misma persona, que las niñas eran sus ángeles no sus víctimas. Que volvieron de la muerte para perdonarle; estrellas fugaces,  resurrección.
Otra clase de encuentro.  Quizá con su gesto repararon la injusticia cometida contra El Chacal. 

Nelson y yo vivimos lo narrado.
Tenían el cabello oscuro brillante, ondulado. Iban vestidas las dos iguales. Nadie las había visto cuando preguntamos. Nadie. Ni Patricia, ni Alejandra, ni Leopoldo, ni Javier, ni Patricio Manns que estaban sentados codo con codo junto a nosotros.
Tampoco el P. Eloy Parra las vio cruzar delante de él dos veces  mientras hablaba.

Nelson es muy racional. No es creyente pero no puede negar lo que vio ni lo que ocurrió aquella tarde de pleno invierno anocheciendo en el cementerio de San Carlos,  frente al nicho de El Chacal de Nahueltoro.

Preguntamos, indagamos, pedimos ver lo que TVN había registrado, lo que nuestro amigo Guille había grabado. En las noticias de la noche de TVN de Chile vimos el evento de San Carlos. Nada. Ninguna huella de las niñas. Ni rastro.  Pero sí impresionaba la emoción y los ojos llorosos de Nelson.

Pese a todo escepticismo lo que hoy parece cuento, fue verdad.

Para ti Nelson, mi actor favorito y admirado, que no puedes aunque quisieras, desdecirme. 


N.B
Patricio Manns, amigo-hermano de Nelson Villagra G, fue el periodista que entrevistó por última vez a Jorge del Carmen Valenzuela Torres, El Chacal de Nahueltoro, en la cárcel de Chillán horas antes de ser fusilado.





miércoles, 8 de junio de 2016

Poema de Amor, de Safo de Lesbos

Charles August Mengin, Sapho




Esta noche, mientras los árboles duermen, se detiene el tiempo ante  Safo de Lesbos (650/610-580 a. C.) poetisa nacida en la antigua Grecia.

Y yo me quedo  enredada en la belleza lúdica de sus versos. 

Igual parece a los eternos dioses
Quien logra verse frente a ti sentado:
¡Feliz si goza tu palabra suave,
Suave tu risa!
A mí en el pecho el corazón se oprime
Sólo en mirarte: ni la voz acierta
De mi garganta a prorrumpir; y rota
Calla la lengua
Fuego sutil dentro mi cuerpo todo
Presto discurre: los inciertos ojos
Vagan sin rumbo, los oídos hacen
Ronco zumbido.
Cúbrome toda de sudor helado:
Pálida quedo cual marchita hierba
Y ya sin fuerzas, sin aliento, inerte
Parezco muerta.


Traducido por Marcelino Menéndez Pelayo.
La perfección de este poema de Safo, como dice Octavio Paz, expresa la concentrada ansiedad del deseo.

“ tête à tête “ con Nelson Villagra Garrido para La Revista CineCubano

Nelson Villagra Garrido  ( El Conde ) en  La Última Cena,  de Tomás Gutiérrez-Alea Tomás Gutiérrez-Alea  Nelson Villagra Garrido es chillane...