de Pablo Picasso |
Los neutrinos son partículas, mensajeros cósmicos que atraviesan nuestros cuerpos. Vienen del infinito y vuelven al infinito, comenta Nelson a media noche inmerso en la lectura de Física Cuántica a pesar del sofocante bochorno tropical para mi insoportable. No te alborotes perla del Cantábrico, no te alborotes my love, piensa que el calor no es más que un movimiento de moléculas, de átomos organizados e inteligentes que se preguntan el sentido del Universo, dice Nelson. Sólo es eso. Piénsalo.
Y pasa página entusiasmado. Me evado entonces del pensamiento. Es un sentir, lo que se siente. El pensamiento enfría el corazón. El sol no calienta, abrasa. Así que me voy, neutrinos incluidos, al agua.
Trópicos del sentir.