jueves, 12 de febrero de 2015

Vaillancourt !

Vaillancourt y Begoña, de P. Zarrabeitia




Armand y yo nos conocimos hace muchos años en casa de mi querida amiga Denise Boucher. 
Eran  tiempos de gran efervescencia artística cuando todo parecía posible en Québéc
Armand Vaillancourt, el escultor más célebre, prolífero, controvertido  y fantástico de este país me ofrecio por sencilla amistad en homenjae a Gernika  un Parque por la Paz. Nada a cambio, él es así. 
Al contrario regalaba su reputación de artista, su portentosa creatividad.  

Cuando se lo dije a mi padre le entusiasmo la idea. Seguido  invitó a  Denise Boucher, a Vaillancourt, a Robert Myre, (su manager), a pasar diez días en Bilbao en casa y presentar oficialmente el proyecto ante el Gobierno Vasco de Garaikoetxea, la Diputación de Bizkaia  al alcalde de Gernika. 

Dicho  y hecho aterrizamos los cuatro  en Sondica entonces.
El jefe de la expedición, es decir father, nos recibió  con flores y txistu. 
Entre los dos hemos  dado varios campanazos  gordos en la familia y en general. El de Armand fue apoteósico.
Cuando llegamos a casa, Miren Aguirre Lambarri, la indómita  anfitriona quedó estupefacta  como quien ve visiones fue tal su sorpresa y qué miradas de color negro petróleo nos lanzó. Después del thriller inicial, oh milagro, sonrío coquetona y exquisita a nuestros invitados.
Vaillancourt le hizo mucha gracia, le gustó. No era para menos, seductor empedernido como es.
-Se parece a Jesucristo ¿verdad? lanzó al aire mother.
-Igualito, respondí creyendo que 
Denise también le pareció estupenda.  
A Robert le encontró hombre discreto y caballeroso. La oveja azabache era yo, que según ella, vivía la bohemia cuarenta y ocho horas al día. Ojalá pensé, y corrrí un tupido velo.

- ¿Y tus hijos?-preguntó ella estilo Torquemada, todavía sonriente.
-  Ya lo sabes, en casa, en Montreal, con Lourdes, con su padre, en el colegio -  respondí cigarro en ristre mientras el humo cegaba mis ojos y  los suyos. 
-  Estaréis cansados del viaje. Los chicos irán a dormir al hotel al lado de casa, dijo mother, es mejor para ellos.
- Begoña, vosotras a tu cuarto, y por favor quítate esas fachas de quinqui que traes, esas pulseras, esas ... 
-¿ De quinqui ? ¿Quinqui yo? ¿Me estás llamando quinqui? ya empezamos ... 
Y me fui con Denise a la habitación, antes de que la sangre llegara al río.
¡ Quinqui! Estaba  regia con aquellas faldas indias exclusivas, preciosas, con aquellas blusas del Lotus Blanc rue St. Denis esquina Mont-Royal.  Llamaban la atención.
¡Quinqui!a  mí que llevaba flores trenzadas en el pelo. ¡Quinqui!Qué atrevida era mother, qué atrevida. 
Tan bárbaramente crítica.
Al día siguiente father alquiló una avioneta  y nos paseó de lo lindo por el Urdaibai, Matxitxako, San Juan, Sollube, Ogoño. Armand sacó tres mil fotos al parecer.  
Estuvimos varias veces  con Makua en la Diputación, era gran amigo de mi padre. También fuimos recibidos en  La Casa de Juntas de Gernika, eligiendo supuestamente, el sitio para hacer el  Parque que ofrecía Armand.
Hablamos hasta con las piedras. Abreviando: Después de prometer el oro y el moro al final se echaron atrás. 
No se daban cuenta de lo que les estaba ofreciendo Armand. No  tenían la más remota idea de con quienes estaban tratando. Uf, qué bochorno. Un color se me iba y otro se me venía. Vergüenza ajena que se llama, de los míos. Yo que había afirmado que la palabra de un vasco valía más que cualquier juramento escrito.   
Primaron temores sin fundamento, supongo. Otros intereses. Otros miedos. Qué se yo. Concluyeron seguramente que éramos una tropa de hippies excéntricos e izquierdosos. Tal vez la pinta de Jesucristo de Armand,  la mía de chica Woodstock, oveja descarriada de la tierra y del Partido. Menos mal que Pedro Zarrabeitia, amigo mío a toda prueba, nos acompañó los diez días e hizo de muro de contención. Los demás hicieron el ridículo. Corrían los tiempos de Garaikoetxea.

Whatever! 

Un mes antes, y precisamente a instancias de Denise, de Armand, de Robert, de Pauline Julien, y de Gerald Godin entonces Ministro de Inmigración y Asuntos Culturales  del Gobierno Quebecuá de René Levesque, habían recibido por todo lo alto a la Delegación Vasca. Excepcionalmente bien recibidos. El futuro en común aparecía interesante para ambas partes que resultó ser un amor fugaz lleno de prejuicios. La Delegación Vasca  convirtió algo grande en agua de borrajas.  Domage! vraiement domage, para mis paisas.

Pero el tiempo pasa y yo he bajado hace años el telón sobre lo que pudo ser históricamente importante y no fue. 
Me quedo con un recuerdo que satisface mucho más mi alma de artista.

Hablando de sensibilidades Armand les regaló a mis padres una escultura de su colección privada que  ellos más tarde donaron al Ayuntamiento de Gernika para que perdurara en la memoria de tan noble Villa el nombre de mi generoso amigo Quebecuá, grabado en hierro fundido. Yo no lo hubiese hecho. No lo merecían. Vale mucho en todos los sentidos. Me pregunto ahora dónde estará, quién lo tendrá. 

He puesto un poco más abajo en esta entrada la última fotografía de Armand aparecida en la prensa. Tiene noventa y… años.  Armand y su cabellera nevada.Una vez para protestar contra la censura se desnudó por completo en el programa estelar y nacional,  Appelez-moi Lisse,  donde era el  único invitado de la noche. La pantalla se fue a negro, así todo le vimos unos segundos en toda su esplendorosa belleza, tal cual su madre le trajo al mundo. Espectacular. 

Vaillancourt únicamente se ha hecho mayor en el calendario desafiando el tiempo mejor que entonces. 
Guardo con gran cariño sus libros, sus dedicatorias que me ha ido regalando a lo largo de los años en Québéc mi segunda patria. Tantas  veces la primera. En su casa conserva una de la cantidad de fotografías que sacó Pedro en Atxerre la tarde que trepamos por los  montes de Gernika en plena aventura por el Parque de La Paz. 

Armand la puso adornando la preciosa entrada que va al taller de escultura en su casa, justo a los pies del 
Mont-Royal. 





Armand Vaillancourt 
Photo: Elizabeth Delage et James Andrew Rosen.

Bijou: Catrie-Artisane Joaillière

Armand Vaillancourt



Biographie[modifier | modifier le code]

En 1951, Vaillancourt entre à l'École des beaux-arts de Montréal. Il cherche sa voie, observe le travail des autres, tout en voulant se distinguer. En pétrissant la glaise, il découvre sa passion pour la sculpture. Mais les murs, les matériaux sont trop étroits pour son épanouissement. Il sort de l'École et transporte l'art dans la rue1.

Œuvres[modifier | modifier le code]


1953 : L'arbre de la rue Durocher (Montréal)
Véritable performance publique, la première du genre pour Armand Vaillancourt. Durant deux ans, il sculptera, à même la rue, cet arbre, situé sur la rue Durocher, à Montréal. Très controversée, cette sculpture fit plusieurs curieux parmi les passants, ne sachant comment la qualifier. Symbolisant le rapport entre l'art et la nature, elle demeura en place plusieurs années durant, pour finalement être transportée au Musée national des beaux-arts du Québec. Cette œuvre éveilla la conscience de plusieurs artistes concernés par l'écologie et est maintenant considérée par plusieurs comme fondatrice de la sculpture moderne québécoise.
1967 : Je me souviens (Toronto, esquisse)
1967 : Écran d'acier (Ottawa, York courtyard, )
Acier coulé, 366 × 183 cm; Interpretation: Permettre de voir l'environnement urbain d'une manière différente. (source Commission de la Capitale nationale du Canada)
1971 : Québec libre ! (San FranciscoÉtats-Unis)
L'une de ses sculptures les plus connues, Québec libre ! est une œuvre monumentale de 61 mètres de long, 43 mètres de large et 11 mètres de haut. Installée en plein cœur de la ville, elle a donné lieu à diverses polémiques.
1980 : Intemporel (Chicoutimi)
1983 : Justice
1985 : El clamor (Santo DomingoRépublique dominicaine)
Qualifiée par Vaillancourt de « symbole de l'énergie vitale de tous les peuples opprimés […], de la vraie liberté, celle qui est à l'intérieur, celle qu'on ne peut pas emprisonner », cette sculpture monumentale de sept mètres de long, deux mètres de largeur et trois mètres de hauteur est faite de pierre sculptée, entourées de barbelés et surmontée de 92 mains d'acier, symbolisant la lutte des peuples contre la répression et l'emprisonnement. Une colombe d'un mètre et demi surplombe le tout. L'œuvre fut construite à Saint-Domingue, en République Dominicaine à l'occasion du 500e anniversaire de l'arrivée de Christophe Colomb.
2000 : Le cœur des Îles, Bois d’épave de bateau et acier, 30' × 30' × 4', Havre-AubertÎles de la Madeleine.

Honneurs[modifier | modifier le code]

  • 1958 - Premier prix, Hadassah, Montréal (aussi en 1959, 1962, 1966)
  • 1959 - Prix de la jeune sculpture canadienne
  • 1961-1963, premier prix, Salon du Printemps, Musée des beaux-arts de Montréal, 1961
  • 1993 - Prix Paul-Émile-Borduas1.
  • 1994 - Artiste pour la Paix, Artistes pour la Paix
  • 2004 - Chevalier de l'Ordre national du Québec2.
  • 2014 - Prix Chevalier-de-Lorimier au Souper-Gala des Patriotes du Québec - Armand Vaillancourt y a été nommé Patriote de l'année 2014.

Collection[modifier | modifier le code]

  • Bibliothèques et Archives Nationales du Québec
  • Musée d'art contemporain de Montréal
  • Musée des Beaux-arts du Canada
  • Musée national des Beaux-arts du Québec
  • Musée Laurier
  • Musée de Joliette
  • Musée régional de Rimouski

Notes et références[modifier | modifier le code]

Liens externes[modifier | modifier le code]








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