A Rodin Danae |
Hoy a medianoche volverá el invierno
Aquí en el
señorío de Vaudreuil-Dorion, no ha dejado de nevar desde hace varios días.
El silencio de
la calle es total, hasta las ardillas se han escondido esperando quizá fríos menos despiadados.
Los
ciervos atraviesan despacio el lago helado sabiéndose a salvo de
cazadores furtivos o de patinadores
suicidas.
Blancura sin huellas como si jamás
hubieran existido las rosas ni las
enredaderas del jardín.
El resplandor del hielo refleja sombras de las lilas desnudas.
Falta poco
para la última campanada de este año.
La vida corre mucho más de lo que quisiera, el tiempo
roba tiempo dejando al descubierto máscaras superpuestas,
falsas
coartadas que ocultan la insaciable sed de resguardar de la fatalidad,
el amor.
el amor.