miércoles, 25 de mayo de 2016

Happy Birthday Mirentxu, 2016


 
Mirentxu, collage de bz


Mirentxu


Esta noche, hace algunas Primaveras,  fui  a al Hospital Notre Dame para recibirte.  Tardaste once horas en llegar. Se me hicieron largas.  Llovía a jarros en Montreal,  como antes en Bilbao; parecía un regalo del cielo. Echaba mucho de menos El País de los Vascos. El mío.  

Hacía dos años que no lloraba cuando naciste.   No podía  llorar.  Me ahogaba de soledad.  Nada se parecía a nada. Me molestaba el aire.  Vivía rodeada de silencios, en silencio.  Sin el murmullo constante de la mar. 
Como si las lágrimas saladas también se hubieran atragantado dentro, entre el corazón  y la garganta , y hubieran levantado un dique en los sentimientos.  

Pensaba que si me dejaba llevar  por  la pena todo estaría perdido.  Tenía que honrar el compromiso adquirido con tu padre en  la Iglesia,  y fuera de la Iglesia. Esas cosas.
Empezó a adquirir  excelente reputación  operando  con Pierre Grondin en el Instituto de Cardiología de Montreal. 
Para que se quedara en el equipo le ofrecieron todo y más.  
Pierre Grondin y  Christian Barnard,  eran en los 70,  los únicos cirujanos que hacían transplantes de corazón.

Lo que empezó siendo una aventura de dos años máximo (tiempo de hacer una súper especialización en Cirugía C y T),  y regresar a Bilbao, terminó pareciéndose al destino de nuestra vida,. Aquí, en el paraíso de las nieves, he dejado de contar los años.
Algunos Sobresaltos.  Bastantes Fabulaciones. Como la vida. 

Prefiero volver a ti.  A nuestra historia del reconocimiento y  de las presentaciones después de haber habitado nueve meses una dentro de otra.

Había seguido  cursos prenatales, gimnasia de todo tipo, para que estuviese bien. Nos enseñaban a respirar para facilitar el parto. Estaba  convencida  y hasta ilusionada de que funcionarían las lecciones magistrales. Hasta que Miren Aguirre me dijo  nada más aterrizar en Dorval:

"Eres muy incauta, Begoña, muy incauta.  Espabila hija que un parto es un parto. Respira como puedas sin tantos Aleluyas  y  ya está.  Basta y sobra. "

Pudo más  la sentencia escueta de  mi madre, que los seis meses inspirando, expirando, y viendo campos de amapolas.
Después de múltiples peripecias, entre otras según cuentan, mi inexplicable mudez de principio a fin, y  de una prologada travesía por procelosas aguas,  te forzaron literalmente a salir de tu tranquilo sueño, porque no querías nacer. No me extraña. Siempre  has sido muy inteligente.

Entoces fue cuando lloré de emoción al verte y acariciarte.  Dulces lágrimas te lo aseguro.  Me mirabas con ojos enormes, muy seria. Enfadada.
Quién ha dicho que los bebés no ven. 

Me encantaste.  Desde ese momento tu vida importaba mucho más que la mía. Ya podía, como el Anciano Simeón, morir en paz  después de haber visto a Dios. 
Porque Dios eras tú.  

Me reconociste . 
Ya no pude dejar de quererte con toda el alma.
Te  veo esta noche otra vez,   con dieciocho días apenas,  respirando el aire de la mar,  en la terraza de casa en Mundaka, meciéndote en la cuna, durmiendo. Tan bonita.

Entonces era yo un mar de temores. No sabía ser madre.  Era torpe.

Hoy soy un océano de incertidumbre.

Únicamente puedo afirmar sin miedo a equivocarme  que te sigo queriendo  con ese amor que las personas románticas e incautas  llamamos: 

Unconditional Love ! Love forever ! Suena precioso en inglés y tú eres Brightonian.


Mil Felicidades Mirentxu de esta aprendiz  en comparación contigo.



“ tête à tête “ con Nelson Villagra Garrido para La Revista CineCubano

Nelson Villagra Garrido  ( El Conde ) en  La Última Cena,  de Tomás Gutiérrez-Alea Tomás Gutiérrez-Alea  Nelson Villagra Garrido es chillane...