sábado, 29 de mayo de 2021

A Mirentxu 25 de Mayo de 2021. KALM

Mirentxu 25 de Mayo de 2021


Dracaena Kalm





Kalm es el nombre de la Dracaena que habita mi escritorio.
Antes estuvo en casa de nuestra hija Mirentxu.
Cuando fue a vivir a Inglaterra hace quince años dejó sus plantas con nosotros. La Dracaena se llama Kalm en honor a sus hijos Kai , Aiala, Lander. Además de su propio nombre,Mirentxu .
Lo primero que hago cada día es ir al escritorio encender las luces acariciar sus hojas de verde oscuro, remuevo la tierra un poco le doy agua si quiere y luego pongo los Nocturnos de Chopin interpretados por Claudio Arrau, mi preferido y el de ella. 
Ella son los ausentes. Ella es hermosa y perfumada.
Cuatro días antes del cumpleaños de Mirentxu ha florecido 20 años después de haber nacido.
Cuando voy a dar las buenas noches al escritorio donde me espera siempre, aspiro agradecida el perfume único de las flores de Kalm.
Ella, la planta de la esperanza de la sencillez, de la felicidad, ha florecido milagrosa como dice Nelson, para tí amada hija.

Así mañana 25 de Mayo volverás a nacer dichosa.

martes, 18 de mayo de 2021

Villa Utopía . A Martín Gondra Ezkurdia

Nelson en Villa Utopía aquel día, la foto es mia. Santiago de Chile




Martin Gondra Ezkurdia es un Mundakés universal entrañable amigo nuestro. 

Nelson y yo coincidimos con él en Chile en circunstancias excéntricas. 

Nosotros somos actores y escribidores. Martín es sacerdote Escolapio, teólogo de la Liberación.

Desde hace unos años trabaja en Tsáchila ( Ecuador) donde reina la pobreza, la sordidez de toda índole y la miseria. Ahora gracias a la ayuda de otros como Martín que viven entre los olvidados, empieza poco a poco a revivir la esperanza. No tienen nada de nada y la nada no tiene fin. 

Martín cuenta las atrocidades que han sufrido y no se puede creer. Nadie se libra. Hasta los perros callejeros deambulan día tras día deseando que una muerte misericordiosa los lleve pronto y así calmar tanto dolor.

Martin es madre, padre, amigo, psiquiatra, médico de cuerpos y de almas. Si la ocasión lo requiere ejerce de sacerdote. 

Cuando era Director del Colegio de Escolapios en Santiago de Chile dejó el cargo y con siete compañeros se fue a vivir a los barrios marginales donde el neopreno y la prostitución infantil eran el pan nuestro de cada día. Nelson y yo formábamos parte de aquella familia de sacerdotes. Qué mundo tan distinto al del Barrio Alto de Santiago donde teníamos el apartamento. Las antípodas. 

Con frecuencia pasábamos el fin de semana con los curas, así un día me invitaron a misa en la capilla recién inaugurada. Capilla es mucho decir. Se trataba de una habitación diminuta con el crucifijo de madera colgando de la pared. Había una mesa rectangular chiquita, algunas sillas para la ocasión, una lamparilla, y eso era todo. Digo me invitaron porque Martín y compañia respetaban el agnosticismo de Nelson. Ese día me acompañó al rito católico sin que nadie se lo pidiera. Quiso. Así las cosas tranquilos todos miel sobre hojuelas hasta que llegó el momento de la Comunión y empezaron mis escrúpulos de conciencia, la ansiedad, el desbarajuste.

Pensé, aquí estoy, católica, practicante a mi modo, divorciada, etc. etc. y ahora qué hago. No podía comulgar, sería sacrilegio. Martín estaba a dos pasos ofreciéndome el cuerpo y la sangre de Cristo. He pecado gravemente, le dije, y no una vez ni dos como bien sabes. Escucha te ruego mi confesión. 

Muchas cosas me han pasado en la vida difíciles algunas, insólitas, brutales, redentoras otras. Esa fue una de esas veces inolvidables. Luego a solas con Dios un instante fui hacia mis adentros. 

Te quiero Martín Cristo se parece mucho a ti. 

Nelson y yo recordamos a corazón batiente Villa Utopía, sus moradores, vuestros aplausos en el teatro, vuestra consecuencia, nuestra suerte de haberos conocido. Vuestra amistad auténtica. La comunión.

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La fotografia es nuestra dedicada a Martin desde el balcón de los piratas, como siempre mirando la mar.

 

lunes, 17 de mayo de 2021

Patas arriba







De un tiempo a esta parte el Covid19 destruye, fustiga pasea a sus anchas por la faz de la Tierra. Ha puesto todo patas arriba. Lo que parecía inmutable no lo es. Lo acostumbrado ha dejado de serlo. La muerte omnipresente dueña del tiempo reparte sin misericordia palos de ciego. El día y la noche no tienen horas. Las horas danzan a libre albedrío. Dislocadas. No sé de qué me sorprendo, nunca he llevado reloj. Nunca. Ahora me obsesiona su cadencia. Espíritu de contradicción. No importa. Lo que importa y mucho es la densidad del silencio en apariencia plácido. Sin descanso este silencio. A lo mejor tiene ojos. A lo mejor nos mira. Pareciera que nos ve, se burla. Me pregunto cuándo volveremos a los abrazos sin miedo eliminando distancias. La distancia. Distancia sin fin. Mejor no pensar. Preferiría no pensar. Vuelvo al escenario. Paso a paso camino en diagonal hasta la luz. El seguidor me espera en el espacio vacío. Es noche de estreno cada día, mi vida. Ahora. La vida que importa al corazón latente. Todas las vidas. 

Respiro.

 

“ tête à tête “ con Nelson Villagra Garrido para La Revista CineCubano

Nelson Villagra Garrido  ( El Conde ) en  La Última Cena,  de Tomás Gutiérrez-Alea Tomás Gutiérrez-Alea  Nelson Villagra Garrido es chillane...