Charles August Mengin, Sapho
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Esta noche, mientras los árboles duermen, se detiene el tiempo ante Safo de Lesbos (650/610-580 a. C.) poetisa nacida en la antigua Grecia.
Y yo me quedo enredada en la belleza lúdica de sus versos.
Igual parece a los eternos dioses
Quien logra verse frente a ti sentado:
¡Feliz si goza tu palabra suave,
Suave tu risa!
A mí en el pecho el corazón se oprime
Sólo en mirarte: ni la voz acierta
De mi garganta a prorrumpir; y rota
Calla la lengua
Fuego sutil dentro mi cuerpo todo
Presto discurre: los inciertos ojos
Vagan sin rumbo, los oídos hacen
Ronco zumbido.
Cúbrome toda de sudor helado:
Pálida quedo cual marchita hierba
Y ya sin fuerzas, sin aliento, inerte
Parezco muerta.
Traducido por Marcelino Menéndez Pelayo.
La perfección de este poema de Safo,
como dice Octavio Paz, expresa la concentrada ansiedad del deseo.