Goethe Elegía 8
Cuando dícesme, amada, que nunca te miraron
con grado los hombres, ni hizo caso la madrede ti,
hasta que en silencio una mujer te hiciste,
lo dudo y me complace imaginarte rara,
que asimismo a la vid faltan color y forma,
cuando ya la frambuesa a dioses y hombres seduce.